Multiculturalidad y gueto
domingo, 11 de noviembre de 2007Es cierto que educar es como lanzar semillas a la tierra: quizás fructificarán, quizás no. Pero la labor es grata, al menos para los que nos gusta el campo y la jardinería, además de la educación.
Lo cierto es que no son buenos tiempos para la educación, ni tampoco para la jardinería ni el campo, en estas tierras de Murcia, semiáridas en muchos aspectos, inmersos como estamos en un sistema económico que ha convertido las otrora generosas y fructíferas semillas en moneda de cambio, estéril, al tener ciertas empresas monopolizada la capacidad de obtener semillas cuya estructura genética está manipulada para que solo germinen una vez, y haya que volver a comprar nuevas semillas cada vez que queremos obtener una planta. También el agua es escasa, porque el crecimiento urbanístico no está teniendo en cuenta a los que vivimos aquí, si no solo al negocio de unos pocos.
Vivimos desde hace años un cambio de modelo de sociedad (y también un cambio climático, pero ese es otro cantar) que engloba al modelo productivo, al modelo educativo y también al modelo de familia (entre otros). Algunos vemos con cierto desasosiego cómo la falta de inversión en la escuela pública está ayudando a establecer una diferencia entre ésta y la privada cada vez mayor, en lo que a recursos disponibles por las mismas se refiere. Esta es la razón por la que las escuelas gueto proliferan por doquier.
Ya no son esas escuelas minoritarias, para esa minoría de niños y niñas especiales. No. Ahora cualquier padre y madre se ve en la disyuntiva de elegir, o bien llevar a sus hijos a la escuela pública, que se caracteriza por una gran riqueza cultural y étnica, o bien inscribir a sus hijos en una escuela gueto: esa en la que todos los niños y niñas visten igual, tienen un origen socioeconómico similar, comen parecido, conocen los mismos juegos (de modernas maquinitas), viven en las misma zona (posh) y solo se relacionan entre ellos.
El gueto se instala en la escuela privada. Porque lo que yo digo es que el crecimiento del número de alumnos inmigrantes en nuestras aulas y la introducción de alumnado con necesidades educativas especiales (que trajo consigo la LOGSE), ha convertido las escuelas públicas en auténticas escuelas multiculturales. Aunque no haya habido un crecimiento proporcional, suficiente, en los recursos destinados a las mismas, con lo que éstas escuelas se mantienen con los mismos recursos de siempre y el tesón de los maestros y maestras.
Por el contrario, las escuelas privadas sí han visto incrementados sus recursos económicos(gracias a su doble financiación: pública y privada) en gran medida, pero no así el número de alumnos/as que provienen de otras culturas, con lo que el grado de homogeneidad de su alumnado contrasta con el de la escuela publica. En la privada la diversidad cultural se reduce a lo que aparece en los libros de texto. Poco más.
De este modo, la educación de los niños y niñas murcianas, en general, se está viendo comprometida doblemente: Primero, porque los recursos no se reparten con justicia, al ser las necesidades de la escuela pública y privada desiguales; Segundo, porque al perder un valor educativo de primer orden –la multiculturalidad– que forma parte hoy, y lo seguirá haciendo en el futuro, de las vidas de nuestros hijos e hijas, alumnos y alumnas, esta situación puede degenerar en desentendimientos y conflictos entre ciudadanos/as que comparten un mismo territorio, pero que no se conocen.
Confiemos en que seamos cada vez más los educadores que luchamos porque la privada, al igual que acabó aceptando en su día, mejor o peor, el reto de las aulas mixtas (niños y niñas juntos), y la coeducación, acabe aceptando la nueva realidad: Murcia es multicultural (marroquí, ecuatoriana, boliviana, polaca, inglesa, etc). También nuestras autoridades educativas tienen que comprometerse en esa lucha. La mayoría nos beneficiaríamos (quizás la iglesia católica, que tiene el 70 % de las escuelas privadas, no tanto).
Wallias
#1/ 11 de November/2007 a 22:06:28
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Pues nada que objetar a semejante verdad. Desde luego las élites intentan crear " corrales"de cachorros aislados de esa gente tan mundana para desde ya muy pequeños diferenciarlos de la "chusma" a la que unas décadas después tendrán que dominar cuando germine esa semilla que sus papás han sembrado en jardines apartados de los demás y de la mundanal realidad, tan vulgar para ellos.
Luego esta élite de cachorrillos recelará de toda esa gente de otros lugares, a quienes no conoce, a quienes entonces temerá (es lo que tiene el desconocimiento) y, por lo tanto, jamás se integrarán en la cada vez mas inevitable (me alegro además de ello) multicultural sociedad.
Eso sí, luego les perseguirán y esgrimirán contra ellos que vienen a aquí a no integrarse, mientras los que evidentemente no se integrarán nunca serán ellos.
Menudo lío...
Antonio
#2/ 16 de November/2007 a 19:56:38
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Yo sólo quiero hacer una reflexión. Últimamente reflexiono demasiado. Desconozco los datos y únicamente me remito a las informaciones que aparecen en medios de comunicación, reconociendo que alguno de los mismos pudiera tener intereses claros en la difusión de las noticias relacionadas con lo que pasaré a comentar.
Partiendo de la premisa de que voluntariamente, como decisión familias, mis hijos acuden a la escuela de titularidad estatal y de que no creo en las aparentes ventajas de discriminación positiva que supone la escuela de titularidad privada de carácter concertado, pregunto:
¿Por qué no se exige que los cargos públicos, políticos, altos funcionarios de la administración del estado, y otros actores del diseño de nuestros modelos educativos, que debieran predicar con el ejemplo, que escolaricen a sus hijos en la escuela pública de titularidad estatal?
¿Será cierto que muchos de ellos acuden a escuelas privadas, unas católicas, otras dedicadas a la enseñanza bilingüe o trilingüe y otras, sencillamente elitistas?
¿Será que no creen en las bondades de "su" diseño?
¿Será que no quieren mezclarse con la "chusma"?
¿Qué sería del hijo de un ministro estudiando en el mismo aula que dos marroquíes con "papeles falsos", tres rumanos, dos gitanos, un niño hiperactivo y uno con discapacidad mental, algunos con problemas de idioma (no es que pretendan hablar 3, es que no hablan el idioma local), sin maestro de apoyo, con un maestro de educación especial para todo el ciclo y 27 alumnos en el aula?
Señores, esto es más serio que el planteamiento de la multiculturalidad a secas.
Claro que con la dichosa "zonificación", debido a los guetos residenciales donde suelen tener su residencia habitual estos señores, tampoco coincidirían con los compañeros de clase para sus hijos que acabo de relacionar.
Por el contrario, mis hijos están creciendo en un espacio más que intercultural, un espacio tan real como la vida, como nuestro entorno, como nuestra nación, no exento de dificultades y desencuentros que “adornan” la convivencia y que les exige, desde muy temprana edad, el encuentro en lo que les une y enriquece lo aprendido.
En mi ciudad, o pueblo grande, la realidad descrita en mi última interrogativa se queda corta.
Desde aquí quiero hacer público mi homenaje y agradecimiento a los maestros y maestras, profesores y profesoras que hacen posible la educación con estos condicionantes o con otros distintos pero igual de jod... complejos.
Yo creo en las bondades del sistema educativo público, y sé que puede y debe ser atendido en conceptos y dotación presupuestaria, pero sé también que estos desalmados, de cualquier ideología política e instalados en la opulencia económica, nunca creyeron lo que predicaban y diseñaban para otros.
Miguel
#3/ 17 de November/2007 a 08:13:01
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Los cargos públicos deberían estar obligados por ley a llevar a sus hijos a escuelas públicas, para dar así ejemplo a los funcionarios (que deberían hacer lo mismo con sus hijos, aunque ya no sería yo tan tajante).
Es fácil advertir, estimado Antonio, que conoce ud bastante bien la realidad del sistema educativo español. Por eso estará de acuerdo en que la "zonificación"(*) sería fácil de evitar, si las áreas que abarca son diseñadas de manera que los barrios desfavorecidos -en muchos aspectos- queden divididos transversalmente para evitar reproducir simétricamente la realidad de la calle en el aula.
(*)A la hora de aceptar la matricula de un niño, uno de los principales datos a tener en cuenta es la cercanía al colegio (otros son: el tener un hermano en el centro, la cercanía del trabajo de los padres, etc). Esto que suena razonable, aislado del contexto donde el niño vive, se convierte en un arma de doble filo: cuando la zona donde vive el niño es "desfavorecida", el colegio se convierte por mimetismo en un centro -llamado- de difícil desempeño. Son centros donde pocos funcionarios de carrera -los que tienen plaza definitiva- quieren ir. Con lo que no hay un claustro de profesores estable. Con lo que los objetivos de centro se convierten en papel mojado, que hay que estar continuamente explicando y adaptando a las particularidades del nuevo profesorado, que muchas veces no se "engancha" a la escuela. Es una situación similar a la que se produce en un aula cuando el grupo de niños no tiene un maestro-tutor definitivo a lo largo de un curso, y las materias que debería dar su tutor quedan repartidas entre una multutitud de profesores que entran y salen del aula.
Wallias
#4/ 24 de November/2007 a 00:10:23
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Una pregunta no exenta de polémica que viene a colación de vuestra opinión de por qué los cargos públicos deberían escolarizar a sus hijos en centros públicos como prueba de fe del sistema que construyen con su trabajo o como ejemplo:
¿En ese caso estaríamos de acuerdo en que el profesorado público debería renunciar también a la atención médica privada que les corresponde? ¿No parte esta pregunta de la misma premisa que el párrafo anterior?
Ojo, que conste que suscribo 100% vuestras opiniones, estoy con vosotros sin "pero" alguno...pero no puedo dejar de reconocer que este hecho que os comento sobre la atención médica privada para el profesorado público siempre me ha chirriado.
Un saludo
Wallias
#5/ 24 de November/2007 a 00:12:39
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Puntualización: Me refiero a la UPAM en la Comunidad de Madrid
Miguel
#6/ 24 de November/2007 a 10:03:40
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Hola Wallias,
Yo me estoy refiriendo a los cargos públicos, a los políticos. Porque ellos tienen que dar ejemplo de que confían en el servicio público que dicen defender. Yo, como maestro, estoy obligado a defender la escuela pública, por eso mis hijos irán a escuelas públicas (a las mejores que podamos encontrar, eso sí, pero públicas); si de paso defiendo la sanidad pública, mejor: más coherente será mi discurso (De hecho yo no pienso salir de la Seguridad Social).
Pero, también te digo, que no tengo tan claro que lo deseable sería que todos los funcionarios públicos estuviéramos siempre, solo vinculados a empresas y organismos públicos. Primero porque es imposible (hay sectores que solo cubre el Estado en función de unos requisitos -económicos mayormente- que no todos cumplimos: alimentación, transporte...). Segundo, porque aunque fuera posible, no sé si sería deseable que por el hecho de ser funcionario público no tuvieras la necesidad de relacionarte con el sector privado. ¿Cuál es el límite?
Wallias
#7/ 24 de November/2007 a 13:37:35
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Ninguna objección a tu respuesta Miguel.
Quizás para entender mejor el por qué de mi comentario sea necesario decir a qué tipo de situación me refiero más exactamente.
Tengo un par de amistades que son profesores en institutos públicos y, como es lógico, son muy activos a la hora de defender la demanda de más recursos para le enseñanza pública; algo en los que siempre les apoyo, especialmente en una comunidad autónoma la nuestra (Madrid) en la que las inversiones, el apoyo y el reparto del pastel se lo es están llevando desde hace años la enseñanza privada y, más en concreto, los centros educativos privados de religión católica. Siempre me posiciono al lado de mis dos amig@s y, además, siempre (dentro de la lógica y con algo de pragmatismo también) defenderé los servicios públicos, etc...
Pero hete aquí que siempre acabo chocando con ellos en el mismo tema. Cuando me enteré de que su asistencia sanitaria (ignoro si es sólo en Madrid) era cubierta por empresas privadas como Sanitas (por decir una) pues no me parecía ya tan honesta su defensa del sistema público. Ninguno de ellos estaba dispuesto a renunciar a la atención sanitaria privada por considerarlo un privilegio propio de su puesto de trabajo como funcionario (que también incluye sus hijos, por cierto). A mí, sinceramente, me da la impresión de que resulta más fácil (y ahora sólo hablo de estos dos casos, por favor no quiero generalizar) defender lo público en tanto que a uno le afecta por "estar dentro" y afecta a las condiciones laborales que uno padece o disfruta, pero que cuando no interesa, como es el caso de tener asistencia médica privada (que no siempre además garantiza ser mejor) podemos renunciar parcialmente a nuestra defensa del valor de lo público.
Puede parecer quizás un poco rebuscado mi argumento, pero es que en la comunidad de Madrid es aún más gravoso este tema, ya que en la mitad de los casos los funcionarios están siendo derivados de tapadillo) a médicos de la seguridad social mientras que a esas empresas privadas como Sanitas se les está dando la pasta por servicios que no siempre están dando. Es más, ni siquiera se les exige una transferencia o devolución del dinero a la Comunidad de Madrid por esas atenciones que está costeando la Seg. Social y que debe de hacer estas empresas privadas. Evidentemente fomentado por la propia Comunidad de Madrid que sólo tiene interés en hinchar el sector privado en detrimento del público.
Pues viendo esta situación me chirría enormemente ver como aún así ninguna de estas personas que comento (y no sólo ellas) está dispuesta a renunciar a su atención médica privada...
Con perdón me parece una manera bastante cuestionable de defender el sector público y sus servicios. Y que conste, que aunque creo en él y lo defiendo, no soy de los que piensa que el Estado debe de cubrir TODA necesidad ciudadana mediante la gestión publica, aunque, eso sí, me posicione más cerca de ello que de los liberales amantes de la inciativa privada que, por lo menos, aquí en Madrid nos tienen asediados...
En cualquier caso creo que tal vez estoy desviando el tema de tu post, el cual además comparto. Pero es que no siempre se tiene la oportunidad de poder preguntar sobre ello a alguien que se dedica a la enseñanza para conocer opiniones varias sobre el tema :)
Un saludo
Wallias
#8/ 24 de November/2007 a 13:44:32
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Por si no lo he expresado claro y porque desconozco si lo que cuento es algo que solo pasa en Madrid aclaro que me refiero a que los funcionarios de esta comunidad no tienen Seguridad Social, sino que escogen entre varias empresas sanitarias privadas cuál quieren que les atienda (Sanitas, Adeslas, Mapfre, etc...) como derecho por su puesto de trabajo como funcionario.
Miguel
#9/ 25 de November/2007 a 10:00:59
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No soy un sociólogo ni nadie entendido en materias de organización del estado, pero sí sé, porque es fácil de constatar, que los estados tienden a reproducir parte de la ideología que emanan en su estructura orgánica.
El estado franquista se caracterizaba por tener unas élites muy bien pagadas, y unos funcionarios de a pie en condiciones casi míseras (en casi todos los ministerios, en general, me atrevo a afirmar, pero en el de Educación, muy en particular: el refrán "ganas menos que un maestro escuela" se popularizó a lo largo de esos 40 años, como paradigma de trabajo mal pagado.
El estado actual, "democrático" (=heredero del otro), ha conseguido (hablo por experiencia propia) que gran parte de su funcionariado haya experimentado una notable mejora en sus expectativas. Dejémoslo ahí.
En Murcia, una vez te nombran funcionario de carrera (no sé a qué viene lo de "de carrera", a ver si alguien lo sabe y me lo explica. A lo mejor es que todavía hay funcionarios "a dedo"), puedes elegir entre distintas empresas privadas, igual que en Madrid. La mutua a la que obligatoriamente te debes adscribir es la MUFACE (organismo dotado de fondos públicos en su mayor parte), pero puedes seguir perteneciendo a la Seguridad Social, que es lo que voy a hacer yo.
Desconozco las razones por las que todos los gobiernos de España no le han metido mano a eso que tu denuncias, que todos sabemos, que no es otra cosa que un fraude a la seguridad social, que consiste en que las enfermedades comunes las resuelven las privadas y las crónicas y las complicaciones se derivan, de tapadillo, a la pública. Sin contar la manera en que médicos de la pública, con clínica privada, realizan las pruebas a sus clientes en la pública, para abaratar costes, y luego continúan el tratamiento en su clínica particular.
Faltan médicos, no cabe duda, pero también falta un poco de vergüenza.
Por hablar solo de la Sanidad y la Educación, que si hablamos de ayuntamientos y comunidades autónomas... Nos vamos un poco del tema que yo hablaba, la verdad.
Wallias
#10/ 25 de November/2007 a 14:28:42
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Creo que después de esta larga "charla" tengo una visión más real del asunto en cuestión :)
Muchas gracias Miguel
Raquel
#11/ 25 de November/2007 a 14:31:52
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Un par de cosillas: de menor relación, a tu apunte sobre el sueldo, redondeando y tomando las de un maestro, las subidas más importantes fueron en 1970 (de 30.000 a 165.000 pesetas), 1975 (a 380.000) y 1980 (a 950.000); así que más que al cambio de régimen lo achacaría a...(¿cambio de la vida?)
Por otra parte, "no le han metido mano" a lo de las entidades privadas porque es una herencia de un pago en especie (de cuando se cobraba menos que un maestro de escuela): por ejemplo en
http://www.empleopublico.org/enews4.php?var=442
lees
"La Administración ahorra un 40% por cada empleado que no elige Seguridad Social", "las entidades sanitarias, no ganan e incluso pierden dinero por el convenio suscrito con la Administración, pero se ven compensadas por el incremento de nuevos titulares".
Alguien (creo que Diegofp) me comentó alguna vez que un interino salía más caro a la administración que un funcionario "de carrera" (que también los hay "de carrera y a dedo").
Aprovecho para saludarte, con mil enhorabuenas (por la carrera, los niños, en fin, por ser tú).
Miguel
#12/ 25 de November/2007 a 18:15:10
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Hola Raquel, cómo me alegra leerte. Muchas gracias por tu comentario.
17 de November, 2024 @ 12:23