Divulgar parajes destacados, o no
martes, 18 de diciembre de 2012Os voy hacer una consulta que me lleva ronroneando la cabeza una temporada, espero vuestra opinión.
Hace ya casi un año hicimos Merche y una excursión a la Muela, la costa de Boletes, para más señas. Como últimamente me ha dado por hacer, hice un timelapse de dicha excursión, a saber: tomé fotos a intervalos cortos del recorrido. Unos días después monté dicha secuencia de imágenes, le puse musiquilla, unos títulos simpáticos y hasta un cuenta kilómetros en una esquina de la película que marca con sorprendente precisión la distancia recorrida. Y casi subo el vídeo a la galería pública.
Cuando estaba a puntito de subirlo, me dió nosequé: en el vídeo aparecía un rincón de la Muela al que le tengo especial cariño por su ecología, su buena conservación, su belleza paisajista, pero muy especialmente por la enorme cantidad de recuerdos personales que me trae. Conocemos ese rincón desde hace ya más de 30 años y me gustaría que siguiese así, al menos, otros treinta. Es un lugar tranquilo, no remoto y desconocido, sino de esos sitios que dices «pues cuanta menos gente vaya, mejor!«. Asi es que desamartillé el ratón y suspendí la publicación de la secuencia.
Estuve pensándolo durante algunos días. Lo publico, no lo publico. Se me ocurrían y se me ocurren tantos argumentos a favor como en contra de divulgar uno de esos «rincones favoritos«. Los contras parecen evidentes: divulgar la ubicación de un paraje promueve su popularizándolo, y esto, tristemente suele ser el eufemismo que usamos para referirnos a un lugar que está insoportablemente masificado, sucio, contaminado y que con el paso del tiempo acaba por convertirse en algo que ni remotamente se parece al rincón que dio origen a su popularización.
Así es que aparqué el vídeo. Eso fué ya hace casi un año, y ahí ha estado hasta hoy.
Por este mismo motivo muchas de mis fotografías/vídeos «sensibles» están deliberadamente mal geoposicionados, su coordenadas de geolocalización son pretendidamente erróneas o suficientemte imprecisa: nidos de aves ó ubicación de colonias, ubicación de bebederos, un hide, especies de flora/fauna en peligro y/o atractivas por su singularidad, etc.. suelo protegerlos falseando su latitud/longitud con que se representan en las galerías de fotografías y vídeo. Para no parecer más cabrón de lo estrictamente necesario procuro ubicarlos en lugares obviamente erróneos o sencillamente los posiciono en un camino general sin más concreción.
Personalmente he tenido experiencias nefastas comentando con personas de confianza algún sitio de especial interés por su aislamiento, que hizo lo propio con alguien de confianza, que a su vez hizo mismo con alguien de confianza, …at infinitum… hasta llegar el día en que un paraje de fabulosa riqueza faunística y, esta vez sí, completamente desconocido, estaba recibiendo las visitas de quienes no tenía más interés en la avifauna de la que aportaba la cerveza «El Águila«
Hace poco me comentaba un amigo con cierta desesperanza el insoportable boom de senderistas/ciclistas/escaladores/excursionistas-varios que lleva sufriendo la sierra de La Muela de unos años para atrás. Ya hace un tiempo dejaba por aquí otro apunte sin lugar a dudas directamente relacionado con esto en el que maldecía contra las marcas con tapones de plástico que alguien había tenido la ocurrencia de clavar en los árboles de subida a La Muela ó aquel otro (con final feliz) de pintadas ciclistas en la rambla del Cañar.
Durante el verano hay días que paleando con el kayak ó buceando por La Muela llega uno a sentirse como miembro de una hermanad rociera o algo similar por la cantidad de piraguas, barcos de buceo, barcos de recreo, excursionistas…
Sí, a ratos es difícil tener un blog como este en que un día sí y otro también estoy contando/enseñando algo de La Muela, piropeando sus virtudes y sus paisajes terrestres y acuáticos, colgando fotos/videos/panorámicas ó videofotopanorámicas y no sentirse un poco bocazas y en buena parte responsable de la popularización de la zona.
Ahora bien, también es cierto que si hay alguna posibilidad de este paraje requiera en un futuro del apoyo del público para su protección y lograr que quede al margen de la avaricia expoliadora de nuestra economía ladrillera es dándolo a conocer, procurando que el público lo use/disfrute y lógicamente de modo razonablemente sostenible (o al menos no tan destructivo como el daño que se pretendía evitar).
La presión social y la amenaza de pérdida de votos es la única lógica que entiende la administración a la hora de vender/regalar un espacio público al beneficio privado. El secretismo y la confianza en la providencia divina hasta la fecha no ha protegido más que el bolsillo de las mafias y los especuladores y suele ser el ecosistema idóneo para todo tipo de expoliadores que rezan para que sus chanchullos queden en silencio sin levantar mucha polvareda. Desgraciadamente no todo el mundo acude al monte con sanas intenciones.
¿Vosotros que hacéis/haríais? Participar en la difusión en la no-difusión de un paraje. ¿Es peor el remedio que la enfermedad?
Así que finalmente subí el vídeo, pero como no tenía ganas de reeditarlo/reajustarlo me he limitado a poner un sutil velo gris sobre lo que se veía y no quería que se viera.
Cualquiera que conozca la zona no debería costarle mucho adivinar a que zona estoy censurando, al resto pues les enseño en forma de ruta ilustrada y musical una paseo por la sierra de La Muela conviene conocer y disfrutar. Quien sabe, quizás descubran algún inédito que no aparezca en el vídeo.
sHeDel
#1/ 18 de December/2012 a 21:31:18
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Para proteger algo, primero tienes que valorarlo, y para valorarlo antes tendrás que conocerlo.
Puede que sea esa masa de domingueros que hoy asalta esos parajes reconditos, la que el día de mañana ponga coto a los posibles desmanes urbanísticos o de otro tipo que traten de acabar con los pocos espacios naturales que nos quedan.
Salvador
#2/ 18 de December/2012 a 23:00:15
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Es interesante el tema que propones. Ahora no me acuerdo de cómo dí con vuestro blog, pero lo cierto es que desde que dí con él, lo sigo. Y lo sigo porque me enseña cosas de las sierras del litoral de Murcia que me interesan y son una pasada (todavía sigo pensando que vivimos en un paraiso) y al mismo tiempo provoca un efecto, al menos en mi, de no sentir el deseo de desplazarme y verlo con mis propios ojos. Es cierto que he estado allí un par de veces, y eso ayuda a hacerme una composición de lugar cada vez que veo vuestras fotos y leo el texto que las acompaña, y así, sentirme satisfecho. Por tanto a mí me beneficia que se divulgen parajes destacados, disfruto de vuestro esfuerzo.
En cambio, si pienso en el paraje, creo que éste no se beneficia de su divulgación. En general a todos nos gusta estar en todos sitios y ver cuantas más cosas mejor, y decir que hemos visto lo más bonito y recóndido del mundo, algo que va con la condición humana. Dentro de esa muchedumbre hay quienes queremos que todo siga igual por los años de los años, es decir, natural, pero hay quienes, y creo que son muchos, sólo ven algo para disfrutar y lo hacen a costa de él, y sin nungun respeto por él.
Yo seguiría en la línea de enseñar lo justo y un poco al despiste.
Saludos
Trebol-a
#3/ 19 de December/2012 a 10:35:44
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SheDel completamente cierto, el problema es que somos demasiados para hacer casi cualquier cosa.
Salvador ese planteamiento no lo había contemplado! contar y detallar parajes de tal manera que el que lo lea termine diciendo "y ahora ¿para que voy a ir?" jeje
Supongo que todo esto no es más que la contradicción entre el que ve algo que le gusta y no puede evitar decir en voz alta "hostias que guapo!!" y a continuación dice "pero no vengais, pero no vengais a verlo!!" :)
Hay ganas por enseñarlo y miedo por enseñarlo. En el caso del video de arriba ha ganado el miedo y casi siempre ganan las ganas.
José Luis
#4/ 19 de December/2012 a 23:11:07
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Estaría muy bien divulgar los lugares si viviéramos en un lugar civilizado. Todos tenemos anécdotas: tuve la mala suerte de pasar mi juventud en Zaragoza y la buena suerte de vivir en las afueras, por lo que siempre he tenido un paraje natural de gran valor a unos pocos minutos (un meandro del Ebro que dio lugar a una zona de lagos, bosque de ribera, la estepa a un paso, ...; una zona cercana a la que jodieron con la Expo)). Hace unos años, fruto del crecimiento de la ciudad en todas las direcciones y en esta en concreto, al ayuntamiento le dio por "acondicionarlo" e hizo de él un gran parque de recreo: cambió vegetación silvestre por ridículos arbolillos, hizo jardines de cuidadas geometrías, añadió columpios y césped, etc. Conclusión final: el remanso de vida y paz que aquello fue hace unos años es hoy un lugar donde uno puede encontrar basura a toneladas, griterío constante, pintadas, o el nido que las golondrinas hacían cada año tirado en el suelo con los respectivos pollos muertos. En definitiva, nuestra especie, cuanto más lejos de lo que haya que cuidar, mejor.
Un saludo.
Miguel
#5/ 20 de December/2012 a 01:09:05
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Yo doy por hecho que todo lo que se pueda pisar, se acaba pisando. Para que exista conciencia de una injusticia ésta, lamentablemente, debe producirse. La pregunta es, por tanto, cómo luchar contra la injusticia del deterioro medioambiental salvaje. Sin duda la divulgación de su belleza es la mejor opción. Tras el, en muchos casos, inevitable deterioro vendrá la conservación o el aniquilamiento. En este último cuenta más el desconocimiento, el desafecto, que lo contrario. Por eso me parece estupendísima y muy necesaria la labor que realizas. La aplaudo sin dudarlo.
18 de November, 2024 @ 01:46