Este año en la entrega de los premios Goya el nombre de Cartagena va a sonar, al menos, en un par de ocasiones y muy especialmente sus restos arqueológicos.
La primera cuando se presente la última película de Alex de la Iglesia, «La chispa de la vida«, buena parte de cuyos exteriores fueron rodados en la ciudad y en el anfiteatro romano. La segunda cuando lo haga el documental histórico «Carthagonova : Días de guerra y paz» que recrea la historia antigua de Qart-Hadast Cartago-nova » Cartagena y que participa en la categoría de Mejor película de animación.
La próxima ceremonia será doblemente divertida, por un lado buscando a los amigos que aparecen excavando en una serie o de «contingente» en la otra.
A ver si tienen suerte ambas y su triunfo nos ayuda a protegernos del encargado de Medio Ambiente, Arias Cañete aka «el coleccionista de BMWs«, que viene amenazando con convertir en historia antigua todo lo que no sean casinos, resorts y bungalows