martes, 4 de julio de 2006 (Hace 82 dias)
Le Tour - 1951

El deporte sobre ruedas no me va mucho, más bien poco. Sin embargo, el que consiste en colocar pelotitas en diferentes sitios sí. La verdad es que desconozco la razón. No obstante, reconozco que «el Tour» ciclista sí que lo he seguido alguna que otra vez. Quizá porque a la hora que lo echan se adormece uno a gusto con él. No sé.
He oído que han eliminado a todo un equipo por doparse. Sigue leyendo…

domingo, 2 de julio de 2006 (Hace 84 dias)
A contracorriente

¡Qué bonito es ir contracorriente!
Si todos fuéramos a favor, la monotonía nos ahogaría como a peces fuera del agua. Pero, en cuanto que vemos a alguien que se opone al caudal principal simpatizamos con él. O con ella.
Estaremos de acuerdo en que hay muchas maneras de ir contracorriente.
Podemos decir que ir contracorriente es algo bueno si no perjudica a la mayoría de los que se dejan arrastrar. Porque, todo hay que decirlo, quien se opone a la corriente mayoritaria se suele electrocutar. Pongamos como ejemplo paradigmático a todos los revolucionarios que han luchado y luchan contra lo que consideran una injusticia: Aun a riesgo de llevarse p’alante en su lucha a más de un inocente buscan el bien común.
Hay también ocasiones en que una persona se opone a la mayoría y consigue que ocurra una auténtica catástrofe. Muchos tiranos pertenecen a este grupo de «iluminados». Algunos conductores «suicidas» también. Conviene no confundir a aquellos con estos.
Dice el refrán que «camarón que se duerme, la corriente se lo lleva», y no le falta razón (aunque no sé si los camarones duermen, ni dónde ni cómo). Y no le falta razón, digo, porque vivimos en un mundo de camarones dormidos, que se dejan, nos dejamos, mecer por la corriente, sin importarnos adónde nos lleva.
Yo no soy un revolucionario, sin duda, y soy de aquellas personas que no nos gusta dejarnos arrastrar por la corriente y hacemos denodados esfuerzos… por mantenernos en nuestro sitio.

miércoles, 24 de mayo de 2006 (Hace 123 dias)
metamorphosis

Todas las profesiones terminan deformando al que las profesa. Todos somos profesores.
Lo que pasa es que cada maestrillo tiene su librillo. Y yo también.
Una de las anotaciones que hice hace muchos años en el mío dice que la libertad individual y colectiva reside en la capacidad de elegir los problemas a los que nos enfrentamos durante la vida. Y que a cuantos más problemas te enfrentes, voluntariamente, más libre eres.
Otra de las anotaciones al respecto dice que no se trata tanto de intentar resolver los problemas a los que te enfrentas, porque muchos no tienen solución o, peor, tienen tantas soluciones posibles que cuesta trabajo y tiempo elegir la mejor, sino de ser capaz al menos de cambiar de problemas de vez en cuando.
Uno de los mayores problemas a los que me enfrento Sigue leyendo…

viernes, 19 de mayo de 2006 (Hace 128 dias)
Balón

1) Te tiene que gustar.
2) Tienes que tener habilidades suficientes.
3) Tienes que dedicarle parte de tu infancia, tu adolescencia, tu juventud.
4) Cuando le has cogido el gusto, y eres un joven adulto, tienes que abandonar la profesión.
5) Debes llevar una vida austera y sana: poco alcohol; el tabaco ni olerlo; mucho ejercicio; comida moderada…
6) Mucho ejercicio. A todas horas. En cualquier estación del año. Haga frío o calor; llueve o nieve. Sigue leyendo…

miércoles, 17 de mayo de 2006 (Hace 130 dias)
Sacrificio humano

Cuando entré a formar parte activa del movimiento de objeción de conciencia, que fue el que despertó en mí mis ideales antimilitaristas (no lo sé expresar mejor, perdón si suena ñoño) uno de los debates centrales era el de ejército popular vs ejército profesional. Estaba claro que nos oponíamos, y nos oponemos, a ambos, al menos en teoría. Pero, en el lento, lentísimo, discurrir hacia la desaparición de los ejércitos oficiales (=parte constituyente de los estados), nos preguntábamos si estaríamos más cerca del fin mediante un ejército profesional o, como hasta entonces, con un ejército -por resumir- no profesional.
Extrapolando ciertas ventajas e inconvenientes de ese debate, me pregunto hoy por la participación en los partidos políticos como un medio para estimular la democracia dentro y fuera de los mismos.
Dando por hecho que se han convertido en unas sectas en las que ciertos individuos, corrientes de opinión o holdings, en virtud del carisma y del dinero (que viene a ser casi lo mismo en muchos casos), son los que elaboran listas y ponen y quitan candidatos: ¿debemos reivindicar -como yo no me he cansado de hacer hasta la fecha- la apertura de esas instituciones para conseguir su no-profesionalización, o debemos reivindicar que sean dirigidas -como hasta ahora- por profesionales del oficio? ¿Debemos reivindicar democracia interna para que todos los afiliados formen parte del pastel o debemos dejar que solo sean los elegidos los que se sacrifiquen por el resto pasando por ser -como son- las bestias negras de nuestra sociedad?

domingo, 14 de mayo de 2006 (Hace 133 dias)
Zone of proximal development

Desde hace mucho me siento atraído por la parte política de la naturaleza humana. La que hace que nos sintamos más o menos inclinados a interesarnos por lo que sucede a nuestro alrededor y, también, nos lleva a solidarizarnos, o no, con diferentes luchas o causas (más o menos perdidas).
De esa parte de nuestro yo, individual y social, no podemos renegar sin que se resienta, individual y socialmente. Ese resentimiento se traduce en diferentes dolencias: unas tienen que ver con problemas psicológicos (del individuo) y otros con problemas sociológicos (del colectivo al que pertenecemos).
Para evitar estos trastornos, creo que es necesario emplear diferentes herramientas pedagógicas. De una de ellas quiero hablar: Sigue leyendo…

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