Ayer fuimos a ver “Buenas noches y buena suerte“, la ultima película de George Clooney como director y actor.

Está bien. Correcta. Es lentilla, no aburrida, de hecho se me hizo muy muy corta (no sé lo que dura, pero habría jurado que menos de una hora), y trata el enfrentamiento entre un presentador de informativos de la CBS (y su equipo) con el senador McCarthy en plena caza de brujas.

Es excesivamente superficial, poco comprometida y falta de “tensión” en esos momentos que (es de suponer) debió encontrarse el periodista. A juzgar por la cantidad de secuencias de documentos reales insertados a lo largo de toda la pelicula, dá la impresión de que el director a pretendido dar una credibilidad a la pelicula que nadie le ha pedido, cuando para ganar realismo habría bastado con dejar los planos en los que McCarthy se define a sí mismo y su política, ya que, entonces como ahora, para desprestigiar a cualquier fascista lo mejor es dejarle hablar.