1) Izquierda Unida es la pata coja de la mesa del estado español. Si algún día llegara a gobernar sería a costa de haber rebajado las otras dos patas de la mesa. Dicho de otro modo: IU necesita a los votantes del PP para gobernar. Llegado el caso que esto se produjera, sería un grandísimo avance para la democracia en España, porque conozco a votantes de IU que han votado al PP «para hacer daño al PSOE», pero al revés no conozco a ni uno todavía. Y sé que es cuestión de tiempo (lo que no sé es de cuánto)
2) El avance en política social siempre queda apuntalado con los votos de IU. Es cierto que le falta autocrítica y democracia interna. Pero no hay valores absolutos. IU puede dar cucharadas de democracia con honda, al menos, al Partido Popular.
3) Se hizo famoso Solchaga, en aquel gobierno de Felipe González, con el lema «¡enriqueceos!». Aludía a la necesidad de que la izquierda española (ejem, sí) accediera a cierto poder económico, en manos durante 40 años de la caverna. Del enriquecimiento a la corrupción no hubo ni dos pasos, claro. No obstante lo anterior, yo también gritaría a los IU: «¡¡institucionalizarse!!»: entrad a formar parte del estado, pegaros a él con uñas y dientes, y meter el codo para que no os saquen de la poltrona ni con agua caliente. Vale. Pero pelead por un mundo más justo, aunque solo sea de puertas para fuera.
4) Nos esperan al menos cuatro años de auténtico erial. Va a ser duro. Seguro que los diputados que consiga IU harán su trabajo. No les va a faltar campo que arar.
5) El cabeza de lista por Granada, Raúl García, además de insumiso en su día, es buena gente. Si yo estuviera allí, sí lo votaría.