Me ha caído bien este Nicolás Gómez, un crack en toda regla. Personalmente me fascinan todas estas gigantescas farsas que llevan la actuación hasta un extremo tal de ridiculez surrealista y que sinembargo seguimos dando por auténticas. Me acuerdo por ejemplo de aquella exposición Fauna Secreta de Joan Fontcuberta y sus serpientes de seis pies o el impagable clip «Amo a Laura» de Los Happiness.

El farsante auténtico y el farsante falso

Lo que no termino de entender es la sorpresa en los medios de comunicación sobre lo inverosímil de los logros que este Nicolás Gómez y que para ilustrar el éxito de estos farsantes en LaInformación.com se descuelgan con una foto Nicolás Gómez y Ana Botella. Que mala follá tienen algunos.
Inventar curriculums, amañar reuniones y falsificar identidades, aparentar, poner el tipo y aguantar la pose ¿pero acaso Ana Botella ha trabajado tanto en su vida para salir en la foto con Nicolás?.

Nicolás, hijo, pa la próxima muévete menos, no llames tanto la atención, aprende del señor que está contigo en la foto, ¿tu sabes lo que ha hecho este señor (aparte de nacer) para salir en la foto contigo? pues yo tampoco.

El farsante auténtico y el farsante falso