Krahe

Se dice que en todos los hogares franceses hay un disco de George Brassens, otro gallo cantaría si en España pasase lo mismo con los discos de Javier Krahe.

En La Mandrágora, disco legendario donde los haya y que ha más de uno se nos ha quedado grabado a golpe de cuerda de guitarra, Joaquín Sabina preguntaba por él al público con un sarcastico: «… un chico calvo que canta…». Todavía sigue estando calvo y luciendo una excelente verborrea, ironía y sátira del mundo en que vivimos. Tanto que es probablemente uno de los pocos que todavía puede presumir de levantar ampollas con un cortometraje (Como cocinar un cristo) filmado hace 30 años.
Ahora estrenan todo un largometraje sobre su vida no-privada. Esta no es la vida privada de Javier Krahe.

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