El efecto Pigmalión
miércoles, 18 de octubre de 2006Si yo le digo a un amigo: «no le digas bicho a tu hija, a menos que quieras que se comporte como un auténtico bicho, y acabe siendo un bicho»; entra dentro de lo posible que el amigo me diga: «¡porque tú lo digas va a ser eso así!»
Si le digo, sin embargo, que el llamado «efecto Pigmalión» consiste en que las expectativas que un grupo de personas nos hacemos de otro individuo llegan a condicionarlo, ya no parece tan descabellada la afirmación.
En todos los órdenes de la vida se reproduce este «Efecto Pigmalión». En el aula escolar es donde mejor se aprecian los resultados de una educación represiva. Porque lo más lamentable de este «efecto» es que se produce mediante una limitación constante (tiene que serlo) de la libre expresión del niño o de la niña.
Un niño o una niña, las personas en general, nos desenvolvemos todo lo libremente que las estructuras en las que estamos sujetos nos permiten. Pero es la cultura la que nos ata. Y esta cultura opera mediante unos mecanismos no siempre perceptibles a primera vista, como el efecto del que hoy hablo.
Si a un niño le dices una vez y otra que es muy malo, tiene muchas posibilidades de que acabe comportándose como lo que se espera de él: mal. Para esto, sin duda, probará mil y una «maldades». Y en todas y cada una siempre encontrará a un «educador» dispuesto a reforzarle el comportamiento: «huy, pero qué malo es este niño». U otras más sibilinas: «no seas malo»; «no seas tan malo» (=lo eres, pero no lo seas, luego, para ser malo, continúa siéndolo).
Como si de las fotos de una excursión se tratara, cuando se habla de educar en valores lo importante es enseñar «el positivo» y no «el negativo».
Si un niño está comportándose mal (nunca «siendo malo»), se trata de modificar ese comportamiento (nunca «al niño»).
Unos pedagogos dirán que se trata de analizar las causas que ocasionan ese comportamiento.
Otros pedagogos dirán que el simple hecho de modificar el comportamiento aleja las causas que lo provocaron.
En cualquiera de los casos o, mejor, con la suma de ambos, se trata de planificar actividades disuasorias o de reforzamiento positivo. Estas actividades lo que pretenden es dar trabajo en positivo, creativo, enriquecedor a ese niño, obviando como si no hubiera existido los efectos de actividades perjudiciales previas (sin darle ¡tanta importancia! a cuáles fueron las causas que las generaron, porque esto supone ahondar en «lo negativo», como a generar una situación realmente novedosa que desbloquee la parte creativa del niño, lo que supone un trabajo «en positivo»). Para eso es fundamental conocer cuáles son los intereses del niño. Porque ¡no a todos los niños y niñas les interesan las mismas cosas!.
Para conocer a un niño o niña es fundamental desear hacer el esfuerzo por conocerlo. Este esfuerzo es el que muchos educadores (¡¡y muchos padres y madres!!) se niegan a realizar. Tenedlo en cuenta, porque puede facilitar mucho el camino a transitar.
En el campo de la política se suceden situaciones muy similares a la descrita aquí.
Sperrit
#1/ 20 de October/2006 a 01:11:07
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Bueno, bien pudiera ser que fuera cierto, o al menos a mí me gustaría. Habría que ver solamente de qué edades estamos hablando, pues a partir de ciertas algunos "niños" son plenamente conscientes de su maldad, y están voluntariamente cerrados a todo intento de acercamiento por parte del educador. Eso, sin mencionar a quienes piden y necesitan un referente de madurez y autoridad -que no autoritarismo-. En fin, que en teoría parece muy fácil, bonito y prometedor, pero se me antoja más utópico que práctico, al menos en casos de niños que ya no lo son tanto.
Miguel
#2/ 20 de October/2006 a 19:02:16
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Bueno, sí, claro. A partir de una edad no es que dejemos de aprender, que eso no, pero el carácter ya está más o menos formado. A Ronaldinho, por ejemplo, por mucho que se pusieran a gritarle miles de forofos en el Bernabeu "manta, malo, inútil", lo único que conseguirían es "picarlo", estimulando aún más si cabe su afán por el "jogo bonito". No creo que se viniera abajo y abandonara el fútbol.
MGE
#3/ 27 de October/2006 a 20:26:54
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A propósito de este tema,os recomiendo los versos de RABINDRANAH TAGORE,"...los niños aprenden lo que viven",que acabo de saborear hace un momento.¿ se puede decir mas?
Claudio Sánchez
#4/ 04 de March/2007 a 17:44:06
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"yo creo" (del verbo creer) = "yo creo" (del verbo crear)
considero importante detenernos a pensar qué buscamos en esta vida, para poder lograr el cambio, individual, familiar y social... en dónde nos responsabilicemos de las consecuencias de nuestras acciones (pensar también es una acción). Un abrazo a todos y gracias por este espacio.
aida garcia miranda
#5/ 25 de January/2008 a 21:22:05
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Soy maestra de matematicas de un colegio oficial de soledad (colombia) y esta año 2.008 voy a tener a mi cargo como tutora a un grupo de estudiantes de último grado que no vienen muy bien referenciados, y quiero partir con el video del efecto pigmaleón, o utillizandolo para conseguir al final delaño un gran desempeño de mi grupo de 34 estudiantes
manuel
#6/ 08 de February/2008 a 00:26:46
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La posibilidad de que podamos influir en el comportamiento de los infantes, es mucho más consistente de lo que a nosotros, los adultos, nos parece. Cualquier comentario, por insignificante que a nosotros nos parezca, a los niños y niñas a nuestro cargo, les afectan poderosamente.
La mente de los niños y de las niñas, es una auténtica esponja, que no deja de absorver cualquier influencia que se desprende del comportamiento del adulto hacia ellos y ellas.
mariela
#7/ 31 de July/2008 a 13:10:32
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yo pienso que la influencia que los docentes ejercen sobre los alumnos y las espectativas que deposita sobre ellos es determinante,pero no siempre esas espectativas favorecen a todos los integrantes del aula y eso realmente es deplorable,se trata de cambiar esa mirada etiquetadora hacia los alumnos pero no todos los docentes asumen ese compromiso.me parece que aqui no se trata de que la educacion siga siendo una paradoja "educacion para todos como se dice en los discursos ,pero a la vez para algunos "
17 de November, 2024 @ 16:37