Buenas y malas razones para creer
miércoles, 16 de agosto de 2006Richard Dawkins (El Gen Egoista, El relojero ciego) es uno de mis autores preferidos. En más de una ocasión lo he comentado por aqui y siempre lo he recomendado. En la habitación cerrada he encontrado esta carta de R. Dawkins a su hija, acerca de la fé, la ciencia y el método cientifico.
(…) Te prometí que volveríamos a lo de la tradición, para considerarla de una manera distinta. Me gustaría intentar explicar por qué la tradición es importante para nosotros. Todos los animales están construidos (por el proceso que llamamos evolución) para sobrevivir en el lugar donde su especie vive habitualmente. Los leones están equipados para sobrevivir en las llanuras de África. Los cangrejos de río están construidos para sobrevivir en agua dulce. También las personas somos animales, y estamos construidos para sobrevivir en un mundo lleno de… otras personas. La mayoría de nosotros no tienen que cazar su propia comida, como los leones y los bogavantes; se las compramos a otras personas, que a su vez se la compraron a otras. Nadamos en un «mar de gente». Lo mismo que el pez necesita branquias para sobrevivir en el agua, la gente necesita cerebros para poder tratar con otra gente. El mar de está lleno de agua salada, pero el mar de gente está lleno de cosas difíciles de aprender. Como el idioma.
Tú hablas inglés, pero tu amiga Ann-Kathrin habla alemán. Cada una de vosotras habla el idioma que le permite hablar en su «mar de gente». El idioma se transmite por tradición. No existe otra manera. En Inglaterra, tu perro Pepe es a dog. En Alemania, es ein Hund. Ninguna de estas palabras es más correcta o más verdadera que la otra. Las dos se transmiten de manera muy simple. Para poder nadar bien en su propio «mar de gente», los niños tienen que aprender el idioma de su país y otras muchas cosas acerca de su pueblo; y esto significa que tienen que absorber, como si fuera papel secante, una enorme cantidad de información tradicional (Recuerda que «información tradicional» significa, simplemente, cosas que se transmiten de abuelos a padres y de padres a hijos). El cerebro del niño tiene que absorber toda esta información tradicional, y no se puede esperar que el niño seleccione la información buena y útil, como las palabras del idioma, descartando la información falsa o estúpida, como creer en brujas, en diablos y en vírgenes inmortales. (…)
Mónica
#1/ 16 de August/2006 a 20:42:24
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Genial, me ha encantado.
Edwin Cisnereos
#2/ 23 de January/2009 a 02:18:28
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Buenas Noches.
Desde hace aproximadamente 30 años tuve el placer de quitarme los lentes de cuero que tenía sobre mis ojos y mi cerebro. Y desde ese momento hasta este día, me pongo a pensar porqué existiran personas que aún viendo , leeyendo, observando y estudiando aun persisten en el pensamiento de que fue un dios el que hizo el lugar donde vivimos. Esto debe acabarse en algún momento, porque todas las pruebas que vemos y escuhamos a diario por distintos medios refutan contundentemente la afirmación medieval de que fue dios quien creo todo. que locura, sabiendo que la tierra tiene muchos millones de creada, aun persisten en que solo tien algo más de 6,000 años, todo porque un libro lleno de mentiras lo dice. Espero que este comentario no haya sido tan radical, hasta pronto. Edwin Cisneros. Contéstenme. Hasta pronto.
18 de December, 2024 @ 16:55