Es muy cierto, como denuncia Luis Picazo Casariego en su el apunte “La revolución silenciada” -cuya lectura recomiendo encarecidamente-, de su blog, “no sin mi bici“, que a la revolución de Túnez (y ahora la de Egipto) se le ha dado una dimensión notable o sobresaliente, mientras que a lo sucedido en Islandia desde hace dos largos años pocos medios le han prestado atención.
¿Qué ha sucedido en Islandia? Casi na’:
1º) Dimisión en bloque del Gobierno y convocatoria de nuevas elecciones, con el consiguiente giro a la izquierda de su parlamento, por primera vez en su historia.
2º) Nacionalización de la banca; negativa a pagar la deuda votada en referendum- que ascendía a 40.000 euros por persona a pagar con intereses en 15 años.
3º) Puesta a disposición de los tribunales de los equipos directivos de los principales bancos(Kaupthing, Landsbanki y Glitnir).

Está claro que la revolución de Túnez y Egipto han sido importantes, sobre todo cuantitativamente hablando, por el número de personas que han movilizado, pero desde un punto de vista cualitativo, lo de Islandia gana por goleada.
El atraco a la riqueza nacional han sido realizado en Túnez y Egipto por los propios gobiernos. En Islandia, como en el resto del mundo “civilizado” no son los gobiernos, no, son los bancos los que roban, pero no pasa nada.

Es un escándalo que tras el atraco a mano armada realizado por el Casino Financiero en que se ha convertido la economía mundial, auspiciado por el FMI y aplaudido por todos los gobiernos europeos, que miraban a otro lado, debamos pagar la deuda las víctimas del atraco, sin que se señalen responsabilidades ni se desmantele la estructura que ha dado lugar al gran fraude: han entrado a robar por un butrón, de etiqueta y a la luz del día, vamos a pagar las deudas las víctimas, el dinero nadie lo busca y el agujero nadie lo tapa. Por si fuera poco, los unos (gobiernos) y los otros (la banca) se garantizan unas pensiones multimillonarias. ¿Y la prensa? ¿Qué tiene que pasar para que asuman el papel que les corresponde y miren lo que pasa aquí?: ¡¡¡coño que estamos en manos de delincuentes!!!