Aquí una de esas pequeñas rarezas botánicas que se pueden encontrar por Cartagena floreciendo en estas fechas y hasta el mes de Marzo.

     
   
   

En la mitología griega Narciso era un chaval guapetón y encantado de conocerse, tan contento de sí mismo estaba que se pasaba el día mirando su reflejo en el agua de los arroyos. Esto que tocó sobremanera las narices de los dioses que lo condenaron a vivir permanentemente a la orilla de los cursos de agua mirando su reflejo.

Desde entonces los narcisos son plantas asociadas a cursos de agua, a las riberas de los rios de montaña, por eso encontrarse una especie como Narcissus tortifolius especialmente adaptado a nuestros secos montes resulta especialmente llamativo.
Hasta hace poco se le creía endémico de los yesares de Sorbas (Almería), pero recientemente (en el 2000) se descubrieron algunas poblaciones en Peñas blancas y en los montes de El Pericón (sí, lo sé, últimamente el pericón sale hasta en la sopa). Mas recientemente todavía, en Noviembre de 2010, en la revisión del género Narcissus se propone que esta especie sea tratada como Narcissus pachybolbus una especie encontrada en Argelia, por lo que N. tortifolius pasaría a convertirse en un (otro) iberoafricanismo.

En la página de Flora de Murcia teneis alguna información más sobre nuestros narcisos endémicos.

Nosotros nos lo encontramos de casualidad, cuando bajabamos de Peñas blancas ya de noche, de tratar (sin éxito) de ver al Buho (real). Con el gran angular hice lo que pude, pero tengo que volver a tratar de hacerle alguna foto con un poco más de detalle.