Posiblemente sea una de las formas de multiplicación menos conocida, y no precisamente por su dificultad. A poco que se tengan en cuenta 4 datos, es relativamente facil de reproducir una planta a partir de sus hojas enteras.

Quizás lo más complicado sea distinguir que especies son aptas para este tipo de multiplicación y cuales no. Basicamente y grosso modo, podriamos decir que pueden multiplicarse por este metodo: todas aquellas plantas herbaceas, no leñosas, plurianuales y procedentes de climas calidos y humedos. Es decir, esto incluye a buena parte de las plantas comerciales de origen tropical ó subtropical que se venden para interior: Pilea, Begonias, Scindapsus (potos), Fitonias, y claro, casi en general a todas las plantas acuaticas.

Ideal para multiplicarlas es utilizar hojas viejas, de la parte más baja del tallo que hayan alcanzado ya la madurez, es decir que NO estén en periodo de crecimiento. En estas hojas se acumulan buen parte de las reservas alimenticias de las plantas, de las cuales se nutrirá la hoja durante el periodo que dure en nuevo enraizamiento. Por pasos:

  • Escoge hojas sanas, sin enfermedades o plagas y que tenga buen aspecto (coloreadas y con vigor) y cuyo peciolo esté sano.
  • Si el peciolo de la hoja es largo (tipo Begonia, foto superior) cortalo respetando unos pocos milimetros anteriores a la hoja. Si la hoja carece de peciolo ó es muy corto, intenta conservarlo completo. El peciolo cicatriza mejor y mas rapidamente evitando daños a la hoja
  • Prepara una maceta con un sustrato no-enriquecido (ideal sustratos tipo fibra de coco ó sphangnum). Cuanto menos nutrientes tenga la hoja a su alcance mayor y más potente será el sistema radicular que emita y menor será el riesgo de algas, hongos, etc…
  • El sustrato debe estar SOLO humedo, no debe chorrear agua de la maceta. Mojalo con un pulverizador, ó riegalo y dejalo reposar unas horas hasta que haya perdido el exceso de agua. La hoja necesita un ambiente muy oxigenado y humedo, no mojado. A ser posible utiliza agua destiladas ó muy blandas.
  • Coloca la hoja sobre el sustrato humedo, sin hundirla. Debe permanecer en contacto, pero no cubierta. Si por la rigidez de la hoja, el contacto con el suelo es malo, puedes utilizar una piedrecita para darle peso.
  • Introduce la maceta dentro de una bolsa de plastico transparente, de tal manera que la boca de la bolsa quede cerrada debajo cerrada por el peso de la maceta.
  • No la rieges. Si la bolsa permanece cerrada correctamente la humedad inicial será suficiente hasta el momento del enraizamiento.
  • Cada 3-4 dias, abre la bolsa para renovar el aire interior.
  • Mantenla en lugar luminoso y calido (18-20º C). El interior de la casa, cerca de una ventana puede ser un buen lugar.

Dependiendo de las condiciones de luz y temperatura, en 2-6 semanas es posible observar las primeras hojas. A partir de ese momento, iremos perforando la bolsa para ir adaptando la planta a las condiciones externas. Cada vez con agujeros mayores, hasta terminar sacandola completamente de la bolsa. En ese momento podemos hacer el transplante a su maceta definitiva. Conforme la nueva planta crezca “absorverá” buena parte de la vieja hoja que morirá en poco tiempo. El primer transplante es importante hacerlo a substratos suaves, con pocas sales para poco a poco ir aumentando la cantidad de abono.

Ahora, a finales de invierno es buena epoca para realizar este tipo de multiplicación, para hacer coincidir la llegada del buen tiempo con las brotaciones de las nuevas plantas.