Comentaba hoy Earful en su bitacora que vienen Les Luthiers de gira de nuevo. Asi que he hechado mano rapidamente de mi lista del Winamp donde tengo varios discos y me he pasado un rato riendome con las composiciones de estos argentinos.

Cuando alguien que no conoce el grupo, pregunta ¿Quienes son Les Luthiers? se produce una situacion bastante antipatica, porque las explicacion mas ajustada a la realidad es falsa.

Presentarlos como cómicos es incorrecto, como músicos es reducido, como creadores de instrumentos musicales (luthier) es extraño. Me voy a arriesgar: imaginese cinco tipos perfectamente trajeados, maestros de instrumentos musicales clásicos, que parodian estilos de música clásica con narracion ó dialogos comico-sarcasticos y tendrá una aproximacion bastante engañosa.
Una de sus primeras obras y de las mas conocidas, el Vals del segundo, es presentada así:

“El Vals del Segundo” añade a su riqueza temática y formal, que se manifiesta ya desde el primer compás, un indudable valor musicológico. En el trabajo de investigación previa los compositores consultaron viejas partituras de la Belle Epoque y descubrieron con sorpresa que la tonalidad era la misma en todas: blanco amarillenta.
En “El Vals del Segundo” está presente el espíritu de Johann Strauss, Leher y Waldteufel; Offenbach, Beckenbauer y von Suppé; Kohlmann, Oskar Strauss, Joseph Strauss, Karl Maria y von Weber. Para su ejecución se emplea habitualmente una orquesta limitada, pudiendo modificarse sensiblemente con una orquesta buena.
“El Vals del Segundo” comienza con un portato assai. El segundo tiempo es un deciso e a terra col battere, en el cual se plantea el desarrollo ulterior de la obra plácidamente, en forma muy tensa, con total serenidad, agitadamente, en una paz plena, turbulenta, creando un clima calmo, caótico, definiendo indubitablemente la intención de los autores, de alguna manera.
Sigue el intermezzo, compuesto sobre un esquema en el cual las figuras predominantes son negras, como en el Jazz. El intermezzo desemboca en el tiempo siguiente, que por otra parte era la única posibilidad. Se trata del levare languente, que establece una atmósfera de bacanal. Las cuerdas cantan, ebrias de gozo, mientras los oboes se superponen a las flautas.
El desenlace es abrupto: un pizzicatto tanto de ritmo alocado, paradójicamente a cargo de las cuerdas.
La agrupación bien antigua de Les… la agrupación Viena Antigua de Les Luthiers ejecuta “El Vals del Segundo”.

Lo que mas me ha llamado siempre la atencion de Les Luthiers es el realismo con que interpretan diversas piezas musicales. Cualquiera de ellas, ya sea una polka o un tango, se atiene estríctamente a la estructura técnica y teórica de la pieza musical, pero llevada a unos extremos que resulta cómica por sí sola. Si además esta se interpreta con una lata de jamón de York a modo de banjo ó un asiento de inodoro a modo de arpa y se acompaña de comentarios, letras y estribillos de sarcasmo politico, el resultado puede ser antológico.

Para ser felices solo necesitamos respirar el aire puro;
pero el aire está contaminado.
Para ser felices solo necesitamos alimentarnos con comida natural;
pero nos dan alimentos sintéticos.
Para ser felices solo necesitamos hacer el amor en la playa;
pero las playas están contaminadas. Y además las muchachas no quieren…
¿Por qué contaminan las playas?
Para matar al Hombre.
¿Por qué envenenan el aire?
Para matar al Hombre.
¿Por qué nos dan alimentos sintéticos?
Para matar el hambre.
Para ser felices solo necesitamos una guitarra y una muchacha… dos muchachas.
La guitarra para tocar y las muchachas… para cantar.
Pero no hay madera para hacer guitarras.
¿Por qué no hay madera para hacer guitarras?
Porque talan los árboles.
¿Y por qué… por qué talan los árboles?
Para hacer guitarras.

Desconfien, pues de quien se sube a un escenario con un smoking pero no para fumar, y si apesar de todo insisten, pues escuchen y lean.

Todas sus letras