Lo mejor de los 41 grados a la sombra, es que cuando solo estás a 35, pues vas y te alegras y sueltas: “…que bien! ya está refrescando!!”.

Y es que esto es como nuestro presidente, relativo.

Por ejemplo, si nuestro cómico presidente, invade un pais y mata a miles de personas es por su (de ellos) bien. Por la paz. Si los inmigrantes pagan 300.000 pesetas por cruzar el estrecho para trabajar en los invernaderos del Ejido a 50 grados, es porque aqui (de nosotros) vivimos muy bien. Luego el centollo del Cantábrico, nos sale con geniales comparaciones entre tráfico y guerra.

Lo que Fraga el centollo del Cantábrico no sabe es que mueren más mujeres a manos de asesinos sentimentales, que por tráfico o cancer, osea, que si es cuestión de cifras, yo propondría a mi paisano Trillo invadir cada uno de los hogares susceptibles de pertenecer al eje del mal. Así matabamos dos pajaros de un tiro (valga la rebuznancia!).

Colonizando los 30.000 hogares que presentan denuncia al año por malos tratos daríamos un (de único) enfoque más humano a nuestras tropas. Nuestras victimas sentimentales podrían entablar nuevas amistades/relaciones rebosantes de hormonas (dan poca conversacion pero quien quiere conversar), se repartirían las tareas domésticas entre la casa del Sargento y el resto del paisanaje, y se reclutarían auténticas bestias pardas aptas para primera linea de combate.

Luego los soltamos en isla Perejil a que la vigilen, y les dejamos una Game boy para que se entretengan, a ver si con un poco de suerte se matan entre ellos. Eso tambien es relativo, relativamente bueno.